Thursday, December 31, 2015

Voces lejanas I



Voces lejanas 
1 de 5

Me entristece ese vals. Suena en mi oído
como una vibración tan dolorosa
como si fuera un trémulo gemido
que se hubiera escapado de la fosa.

Esos graves acordes, a mi alma
llegan como desfile de esqueletos
y forzando la puerta de mi calma
invaden mi razón; ¡cuán indiscretos!

Son aves sin hogar; racha traviesa
tal vez su nido azoto inclemente
y es por eso que vienen con tristeza
a buscar protección bajo mi mente.

Hondos recuerdos mi memoria labra
al oír esas notas plañideras
que cual eco de mágica palabra
se vienen a estrella en mis riberas.

Francisco Restrepo Gómez


Saturday, November 28, 2015

Viaje de ensueño IV



Viaje de ensueño
4 de 4


Y pues eres rica,
sé también conmigo misericordia
y una ingenua migaja de vida,
y de amor dale a mi alma que toca
a tus puertas como una mendiga.

Hermosa princesa:
deshoja benigna
sobre la penumbra de mi sufrimiento
la maravillosa flor de tus caricias.

Formarán nuestra corte de honores
en la travesía
los centauros aquellos que tiemblan
sobre la cortina
los bufones y dianas que adornan
las tapicerías,
aquel Bonaparte de yeso
que tienes en esa dorada repisa
y la imagen severa y gallarda
del trágico Silva.

Vámonos, señora princesa,
-no vaciles, la barca está lista-
volveremos mañana temprano
cuando estén repicando a la misa.
Vamos, mi señora princesa, mi señora divina.


Francisco Restrepo Gómez

Monday, November 9, 2015

Viaje de ensueño III



Viaje de ensueño
3 de 4


Habla paso... ¿Me quieres? ¿Es cierto?
Me responden que sí tus sonrisas
y a la vez tus ojazos azules
presagian mentira.

Pero escucha... no hablemos. ¿Te place?
y dejemos que tu alma y la mía
calladas emprendan un viaje de novios
al país del ensueño y la dicha.

Siéntate a mi lado...
Cuando estoy junto a ti, princesita
mi alma permanece
siempre de rodillas.
No me mires con malas miradas;
sé tú la enfermera de mis agonías;
dame pan, dame un poco de vino;
¿quieres que te diga
lo que yo ambiciono?

Aspirar el licor de la vida,
apurarlo en las copas azules
de tus milagrosas y nobles pupilas.
Y calmar —peregrino que llega con honda fatiga—
la sed de mis labios
en la fuentecilla
saludable y jovial de tu boca.

Sé caritativa:
dame luz, dame pan, dame vino.
Voy a oscuras y solo en el mundo
llevando una carga de melancolías
me detengo un instante en tu alcázar
y le acorde a mi lira
para ti solamente, princesita.


Francisco Restrepo Gómez

Wednesday, October 28, 2015

Viaje de ensueño II



Viaje de ensueño
2 de 4


Oye princesita;
no tiembles, no temas
que te juegue una mala partida.
¿Ya cerraste? Muy bien, pues ahora
siéntate a mi lado, pon sobre mi pecho
tus dos manecitas
-que se me figuran como dos perdones-
y el cadáver que llevo en el pecho
desde hace muchos días,
de tu voz al conjuro magnético y blando volverá
nuevamente a la vida,
tal como una tarde el hermano de Marta y María,
a la voz de "Levántate y anda"
despertó... ¿no recuerdas la Biblia?

Siéntate a mi lado
y te cuento el cuento de Caperucita
y aquel cuento dulce de Blanca Nieves
y aquel otro cuento del Hada Madrina.
Yo no sé lo que siento esta noche,
no lo sé, princesita,
pero es algo tan raro y tan suave
como un soplo de amor y caricias,
y un desbordamiento de notas alegres
y un vago perfume de melancolías.

Es que por doquiera derramas
no sé qué sugestiones divinas
y por eso, al mirarme a tu lado,
me siento con alma de artista.


Francisco Restrepo Gómez

Wednesday, October 21, 2015

Viaje de ensueño I





Viaje de ensueño
1 de 4

Princesita mía:
Cierra la ventana
porque tengo celos hasta de las brisas
y no quiero que nadie nos oiga
¡ni nadie nos mire!... ¡Oh! delicia,
la delicia de estar a tu lado
bebiendo en tus ojos la vida,
dejando en tus labios el alma.

Cierra princesita
quiero estar contigo a solas contigo; no pienses
que un instinto cobarde me anima
de tus débiles fuerzas de niña.

Cierra la ventana...
¿no escuches acaso
como afuera los vientos suspiran
y ladran los perros
y en los bulevares la gente se agita?

Esas notas enferman,
esos ecos fastidian,
y tener el valor de escucharlos
es manchar el azul del Ensueño
con vulgares borrones de tinta.
¿No es verdad, mi señora?


Francisco Restrepo Gómez

Wednesday, October 7, 2015

Sensiblerías II





Sensiblerías
2 de 2


Tengo ganas de llorar
pero ¡ay Dios!, que suerte fiera
ya no puedo derramar,
una lágrima siquiera.

A fuerza de desengaños
y de un luchar inclemente
hace muchos, muchos años
que se me secó la fuente.

Y por eso, ¿a qué insistir?
Mejor será en verdad,
a carcajadas reír...
reír de la humanidad.

Sin embargo... ¡qué ironía!
no puedo reír... no puedo.
Y no sé si tenga miedo,
valor... o melancolía.

¡Oh Dios! y tanto vivir
y tanto peregrinar;
¡ay! quién supiera reír
¡ay! quién pudiera llorar.


Francisco Restrepo Gómez

Thursday, September 24, 2015

Sensiblerías I




Sensiblerías
1 de 2


Tengo ganas de llorar,
pero llorar a raudales
para poder desahogar
el acervo de mis males.

Llorar mucho... llorar tanto,
hasta extinguir mis antojos
y que al calor de mi llanto,
se me secaran los ojos.

Llorar, llorar sin medida,
con fervor, sin descansar
y que de puro llorar
se me acabara la vida.

Que mi cuerpo no se hundiera
de la tumba en el crisol
sino que se disolviera
en un rayito de sol.

Y así por siempre alumbrar,
con lástima soberana,
el penumbroso rodar
de la catástrofe humana.


Francisco Restrepo Gómez

Saturday, September 12, 2015

Por eso estoy triste IV



Por eso estoy triste
4  de 4


¿La olvidé... ¡Quién sabe!... No puedo decirlo
que lo diga mi alma
que sufrió por ella tan amargamente
que libró por ella tan rudas batallas
¿La olvidé?... ¡Quién sabe! No puedo decirlo
que lo diga mi alma.

Y volví romero que torna a la tierra
tras de muchos años de recia jornada,
golondrina que vuelve al alero
cubiertas de nieve las alas.

Y ella, la locuela de mi amor primero
ella, la que fuera para mi tan cara;
la inocente niña de los ojos tristes,
la dilecta, la pura, la casta
la inocente. -Cómo sufro al decirlo:
Ojerosa, marchita y ajada.
La dejé botoncito en rosa,
¡la hallé cortesana!

Por eso estoy triste... Sin querer saberlo
lo supe por boca de un buen camarada.
Por eso estoy triste... por eso estoy triste,
¡tengo una gran tristeza en el alma!




Francisco Restrepo Gómez

Monday, August 24, 2015

Por eso estoy triste III



Por eso estoy triste
3 de 4


Ella era tan pura que aunque muchas veces
hubiera podido sin temor besarla
y esconder mis manos con su cabellera
jamás quise hacerlo, porque me inspiraba
profundo respeto su infantil pureza
y por eso nunca me atreví a besarla.

Fue aquel un idilio romántico y breve
eran uno solo nuestros corazones,
así por lo menos me lo imaginaba,
porque yo creía con la fe de un santo
en los juramentos de aquella muchacha.

Y después, más tarde, ¿qué ocurrió?
 ¡Contrista pensar en las ruines flaquezas humanas!
Desató la suerte nuestros ígneos lazos
y nos separamos... Como se separan
en el mar dos olas y van a morirse
sobre las arenas de distintas playas.

Pasaron los años, a tierras remotas
me llevó el Destino, continuas borrascas
cayeron en lluvia sobre mi cabeza,
y por todas partes, en lugar de flores
encontré cenizas, y yermos y zarzas.


Francisco Restrepo Gómez

Tuesday, August 11, 2015

Por eso estoy triste II



Por eso estoy triste
2 de 4


En aquel entonces, bajo mi cabeza
ningún pensamiento maligno animaba;
todo lo veía de color de rosa
y marchaba lleno de fe y esperanza.

Yo estaba muy niño... Me encontré con ella
y como si fuesen dos negras espadas sus ojos
rasgaron sin misericordia las fibras de mi alma.

Fueron para ella mis ingenuidades,
parte de mi vida su vida formaba
y a solas me dije multitud de veces;
—Si es verdad que hay cielo, no puede
ser otro sin sus caricias, su amor,
sus miradas.

Yo estaba muy niño... sobre mi sendero
los años han puesto su borrosa pátina.
Yo estaba muy niño y entonces creía
con furor y a ciegas en los juramentos,
sin pensar que fuesen tan solo palabras.

Fingió amarme mucho. Con su amor la vida
parecióme ungida de azucenas blancas.
Qué bello es mundo cuando se contempla bajo el
engañoso prisma de la infancia.


Francisco Restrepo Gómez

Sunday, July 26, 2015

Por eso estoy triste I


Por eso estoy triste
1 de 4

¡Amor de otros tiempos!... Qué cosas se sienten cuando
se recuerdan antiguas etapas; cuando el calendario
de las hojas muertas dolorida y mustia la mente
reposa. Qué cosas se sienten allá muy adentro, allá
en los más hondos rincones del alma.

Mezcla de amargura y desilusiones, rumor de
tormentas desencadenas, explosión de quejas,
tempestad de sombras revivir de dudas y correr de
lágrimas.

Todas esas cosas vibrar he sentido en los más
profundos rincones del alma al saber que suerte
correrá la novia, la primera novia de mi edad
temprana.

Por eso estoy triste. Sin querer saberlo
lo supe por boca de un buen camarada
que fue confidente de aquellos amores.
Por eso estoy triste, más triste que nunca, con la gran
tristeza de las añoranzas.

Yo estaba muy niño cuando en me sendero el destino
quiso que un día me hallara con aquella niña
ruborosa y bella de los ojos tristes y la frente blanca.


Francisco Restrepo Gómez

Monday, July 13, 2015

Parece mentira III


Parece mentira III
(3 de 3)

Que hay ventura en el mundo,
No es cierto. Que hay amor, el amor es mentira.
La experiencia es un huerto engañoso
en el cual los arbustos son cruces
y las rosas puñados de espinas.

Tú ya no me quieres... ¿Me quisiste acaso?
parece mentira...
Oh señor, oh divino cordero:
¿Por qué hiciste a tus almas tan frágiles?
Si al amor las formasteis propicias,
y si acaso es verdad que ellas aman,
pues entonces después, ¿por qué olvidan?

Cómo cambia todo.
Pasaron aquellas venturosas tardes
en que yo jugaba con tus manecitas;
y hoy, que con frecuencia me encuentro contigo
en el maremágnum de las avenidas,
tú, frágil princesa, pasas por mi lado
como avergonzada de haberme querido,
como avergonzada de haber sido mía...

Leyes de lo humano,
mundo de miserias y de fantasías,
corazones llenos de fragilidades,
dolor de la vida,
promesas que se hacen
y que no se cumplen,
estremecimientos, ternuras, caricias,
besos de dos bocas, amor de dos almas...
parece mentira... Parece mentira.


Francisco Restrepo Gómez

Wednesday, July 1, 2015

Parece mentira II


Parece mentira II
(2 de 3)

Lo recuerdo tanto...
Unas mismas eran nuestras alegrías;
tú regabas flores sobre  mi sendero,
yo forjaba versos para tus pupilas.

Después... el destino que todo lo trunca
llenó mi sendero de cardos y espinas.
Por distinto rumbo
desde entonces vamos:
tú vas por las sendas de las liviandades
y yo por mi ruta de melancolías.

Como  pasa el tiempo, cómo pasa todo
parece mentira
que ha de ser mentira
si bajo las nieves de los invernales
se secó el arbusto que nos guarecía.

si no son las mismas las rosas del huerto
ni en las arboledas arrullan las mismas,
las mismas alondras que fueron testigos
de nuestra ternura, y nuestras palabras y nuestras caricias.

Amor: ¿qué te hiciste? ¿por qué tan temprano
dejaste la gruta donde te escondías?
Corazón, estás huérfano y mustio:
¿no es verdad que es muy triste la vida?


Francisco Restrepo Gómez

Wednesday, June 24, 2015

Parece mentira I



Parece mentira I
(1 de 3)

Parece mentira...
parece mentira pero no es mentira;
todo lo ha cambiado la suerte traidora;
tú ya no me quieres como me querías
y cuando te encuentro pasas por mi lado
tal como si nunca jamás en la vida
hubiera yo sido tu dueño, y el dueño
de tus pensamientos y de tus sonrisas.

Los dos, muchas veces que olvidar no puedo,
mientras yo jugaba con tus manecitas
amorosamente mirábamos como
el sol se ocultaba tras de las colinas.

Y yo te decía mis hondos penares,
mis luchas internas, mis melancolías,
el dolor acerbo de vivir llorando,
el dolor tan grande de vivir la vida.

Tú me formulabas amantes promesas;
solamente tuya seré, me decías;
yo, niño ingenuo, confiaba en tus frases
y en ellas cifraba mi amor y mi dicha.



Francisco Restrepo Gómez

Tuesday, June 9, 2015

Madre




Madre

Mujer, santa mujer que me trajiste
a la noche polar de la existencia;
yo soy entre los hombres el más triste,
y si tan triste soy, es por tu ausencia.

Tu corazón—cascada de ternuras—
te hizo, de la vida en el quebranto,
la mejor de las madres, y por lo tanto
la más buena de todas la criaturas.

Y aunque un día la Parca traicionera
nos separó, fue en vano que tendiera
entre nosotros sus oscuros velos.

Sin cesar  nos miramos y sin calma;
yo con los mustios ojos de mi alma,
y tú con las pupilas de los cielos.



Francisco Restrepo Gómez

Friday, May 22, 2015

Obituario - Poeta fallecido, 24 de mayo de 1924


Poeta fallecido
24 de mayo de 1924

Da cuenta la prensa de que el inspirado poeta don Francisco Restrepo Gómez, uno de los últimos miembros de la Gruta Simbólica y fácil brillante escritor, falleció en esta ciudad (Bogotá), en la cual nació el siete de septiembre de 1884, del matrimonio de don Francisco Restrepo Ochoa y doña María Gómez de Restrepo.

Estudió y obtuvo título en el colegio de Colón de don Víctor Mallarino, y muy joven se dedicó a las Bellas Letras en donde por su noble inspiración y sus clarísimos talentos, logró un alto puesto desde los primeros versos, que ya acusaban al ilustre bardo que en poco tiempo logró un plena consagración.

Casi un niño, fue destacado miembro de la Gruta Simbólica, en cuyas justas obtuvo triunfos, como lo narra Luis María Mora en su historia de aquella famosa agrupación y destaca un lauro obtenido en un concurso con el nombre de "El hermano Hermógenes", concurso en que intervinieron los más inspirados poetas de la Gruta.

Escribió en numerosos periódicos hermosas crónicas y brillantes escritos, y luego se dedicó a visitar varios países en donde descolló siempre entre los escritores extranjeros por su gran talento y su exquisita simpatía, y vuelto al país contrajo matrimonio con la bellísima dama doña Bertílda Rueda, cuya muerte, ocurrida hace seis años en la terrible epidemia de 1918, lo sumió en profundo dolor.

Una honda impresión ha causado en la sociedad y entre sus compañeros de Letras la desaparición del nobilísimo poeta, que amó hondamente a su ciudad, que escribió bellas y sentidas poesías y cuya caballerosidad, distinción y charla llena de ingenio y de ilustración se buscaba ávidamente en ágapes literarios y redacciones.

La obra de Restrepo Gómez queda dispersa en diarios y revistas, y hace poco la Biblioteca Apolo recogió algunas de su más bellas páginas, "Solariegas", en un folleto, acompañadas de un magnífico estudio de don Antonio Gómez Restrepo, y elogiosos conceptos de José Santos Chocano, de Eduardo de Ory, Villaespesa, Chavarría, Manuel Ugarte, Soto Borda, Simón Chaux, Diego Uribe y varios otros.

La ternura, la fácil inspiración, el estilo exquisito de Restrepo Gómez pueden verse en una de las poesías de "Solariegas" que trae El Gráfico al dar la noticia de su muerte.


Publicado en El Gráfico, mayo 24 de 1924

Thursday, May 14, 2015

La copla eterna - cantares inéditos 8



La copla eterna
(Cantares inéditos 8)


Sumercesita querida,
deja que tu amor me embriague,
dame un beso, mi vida,
para que ¡Dios te lo pague!

Cuando vas a mis vergeles,
al paso de tu hermosura
te forman, con donosura,
guardia de honor mis claveles.

Para abrojos... mis abrojos,
para dolor... mi dolor,
y para ojitos... los ojos
los ojazos de mi amor.

No quiero tu risa loca
ni tus ojos, mi adorada,
quiero solo tu mirada
y el sonreír de tu boca.




Francisco Restrepo Gómez