La copla eterna
(Cantares inéditos 8)
Sumercesita querida,
deja que tu amor me embriague,
dame un beso, mi vida,
para que ¡Dios te lo pague!
Cuando vas a mis vergeles,
al paso de tu hermosura
te forman, con donosura,
guardia de honor mis claveles.
Para abrojos... mis abrojos,
para dolor... mi dolor,
y para ojitos... los ojos
los ojazos de mi amor.
No quiero tu risa loca
ni tus ojos, mi adorada,
quiero solo tu mirada
y el sonreír de tu boca.
Francisco Restrepo Gómez
No comments:
Post a Comment