De hinojos
Así, con una carga de tristeza
y uno como cansancio de vencido,
vengo desde las playas del olvido
al pomposo jardín de tu belleza.
Y lleno de dolencias y de agravios
me postro bajo el árbol de tu vida
para que cierres mi profunda herida
con el bálsamo rojo de tus labios.
En honor de tu clásica hermosura
y como testimonio de ternura,
te daré, con mis rimas indiscretas.
Un alma que de amores se sostiene
y un desdichado corazón que tiene
la mansedumbre de las aguas quietas.
Francisco Restrepo Gómez
No comments:
Post a Comment