Wednesday, October 30, 2013

La hora excelsa



Hora excelsa


Hay en el libro de mi historia una
hoja que tiene resplandor de estrella,
y fue la noche que pasé con Ella
al amparo de un cómplice, la luna.

Hoy que con perspectivas malhechoras
espesa nube mi horizonte asalta,
por una nada más de aquellas horas
yo cambiaría la vida que me falta.

Y la cambiaría con amor profundo,
porque sin ella en el revuelto mundo
se me volvió el corazón pedazos;

Y la cambiaría porque estoy sediento
y porque ahora, como nunca, siento
la infinita nostalgia de sus brazos.

Francisco Restrepo Gómez


Wednesday, October 23, 2013

El amor dormido


El amor dormido


Si todo entre los dos ha concluido,
si ya nuestra pasión atormentada
huyó como un venado perseguido
y se ocultó en las selvas de la nada;

si todo terminó, si se ha extinguido
en nosotros la dulce llamarada
del amor, y a la vez en tu jornada
y en mi jornada floreció el olvido;

si ello es verdad, por qué cuando te encuentro
me tiembla el alma y corazón adentro
¡aguda espina sin piedad me hiere!

¿Por qué? Porque el amor en su batalla,
a veces huye... agoniza... y calla...
y pena... y pena... ¡pero nunca muere!

Francisco Restrepo Gómez



Wednesday, October 16, 2013

Del olvido



Del olvido

En esos dulces días de plácida memoria
era yo un estudiante muy juicioso y formal;
en mis ratos de huelga meditaba en la gloria
y en una guapa chica de mi tierra natal.

Ella, flor campesina de fragancia ilusoria,
contestaba mis cartas con cariño especial,
y yo feliz guardaba, cual signo de victoria,
su retrato en las páginas del Código Penal.

Los tiempos apagaron mi fanal de ilusiones,
y hoy que de aquella chica conozco las traiciones,
abro el Código y leo con extraño rencor.

Y al no hallar un artículo que establezca el castigo
de los seres que olvidan y traicionan, maldigo
las leyes y  la vida, los hombres y el amor...


Francisco Restrepo Gómez

Monday, October 7, 2013

De hinojos



De hinojos

Así, con una carga de tristeza
y uno como cansancio de vencido,
vengo desde las playas del olvido
al pomposo jardín de tu belleza.

Y lleno de dolencias y de agravios
me postro bajo el árbol de tu vida
para que cierres mi profunda herida
con el bálsamo rojo de tus labios.

En honor de tu clásica hermosura
y como testimonio de ternura,
te daré, con mis rimas indiscretas.

Un alma que de amores se sostiene
y un desdichado corazón que tiene
la mansedumbre de las aguas quietas.

Francisco Restrepo Gómez

Saturday, October 5, 2013

Caballero andante


Caballero andante

Yo también, estrambótico y risueño,
una mañana abandoné mi aldea,
y montado en la jaca del ensueño
me lancé, sin temor, a la pelea.

Ataqué con indómita pujanza
al atrevido y al audaz y al fuerte,
pero a la postre se rompió la lanza
contra el molino de la adversa suerte.

A mansalva me hirieron los villanos,
fueron todos mis impulsos vanos
para poder triunfar en la pelea.

Y por eso con pasos de vencido
he vuelto, taciturno y malherido,
al rincón miserable de mi aldea.


Francisco Restrepo Gómez