Nuevo Lázaro
Tú fuiste buena y cauta cuando sobre mi vida
desató sus influencias tu reinado de amores
y me crucificaron tus ojos bienhechores
en un leño de auroras, sin hacerme una herida.
Fuiste buena como una palma enternecida
apagaste mis ansias me ungiste con flores;
yo era entonces muchacho de sueños tricolores
y me fui a perseguirlos por el mar de la vida.
Hoy vuelvo a ti, frondosa, munificente palma,
vuelvo a pedirte sombra, perdón, paz y terneza;
a pedirte el milagro de la resurrección.
A tus dominios vengo para que ampares mi alma;
si vieras como ahora me llueve a tristeza
¡si vieras cómo tengo llagado el corazón!
Francisco Restrepo Gómez
No comments:
Post a Comment