Mi ofrenda
Yo no te ofrendo espada porque no fui guerrero,
ni con sangre de víctimas me cubrí de laureles;
tampoco fui marino ni cazador certero,
por eso, no me pidas ensangrentado acero
ni perlas,
no corales, ni pájaros, ni pieles.
Estoy triste y cansado; soy un débil viajero,
tropecé por doquiera con desengaños crueles
te marqué con mis llantos el desnudo sendero; no
vino hasta mi sombra la lumbre de un lucero
ninguna flor,
ninguna, me regaló sus mieles.
A tu alcázar arribo, mas no como un guerrero
a quien las multitudes cubrieran de laureles;
no me pidas espada, soy un débil trovero
que viene a coronarte, fervoroso y sincero;
con una inmaculada corona de rondeles.
Francisco Restrepo Gómez
No comments:
Post a Comment