Wednesday, June 25, 2014

Embajada





Embajada


Porque eres hermosa y pensativa
porque ocultas extrañas sugestiones
porque tienes en tus ojos de cautiva
la magia de atraer los corazones.

Porque en tu cuerpo, lámpara motiva
hierve sangre de antiguos infanzones
porque tu boca la blasfemia esquiva
y es pura como un libro de oraciones.

Porque tiendes la mano a los caídos
y hay en ti la blandura de los nidos,
y el mullido satín de los plumajes.

Por eso, y por lo blanca y por lo buena
estos versos divina nazarena
van hacia ti... como catorce pajes.



Francisco Restrepo Gómez




Wednesday, June 18, 2014

Tarde



Tarde

En el misterio de la tarde quieta
leve bogaba el pensamiento vago,
como en las aguas de apacible lago
el pétalo fugaz de una violeta.

La policroma, límpida paleta
crepuscular, fingía la de un mago
que en inefables telas, con halago
pintara los ensueños de un poeta.

Mi ánima esfumóse en el vacío,
y cual la onda de sereno río
rodando fue del ideal en pos;

El éxtasis borró mi propia vida,
y al morirse la tarde, enlutecida
¡surgió la luna y despertóme Dios!


Francisco Restrepo Gómez

Wednesday, June 11, 2014

De carne y hueso



De carne y hueso


Pasas divinamente voluptuosa,
y siento en mí, cuando pasar te veo,
la inquietante punzada del deseo
lleno de tentación pecaminosa.

La núbil comba de tu talle asedia
mis pasiones, momento por momento,
y en los calados de tu fina media
se acurruca mi frágil pensamiento.

Yo quisiera no verte, lo confieso,
pero soy mortal de carne y hueso,
y por lo mismo un pobre pecador.

Yo no tengo la culpa, mi señora,
sino la tiene un sátiro que mora
en lo profundo de mi corazón.



Francisco Restrepo Gómez

Wednesday, June 4, 2014

Desfile blanco



Desfile blanco

Mujeres... y mujeres... y mujeres
pasan por el proscenio de la vida,
llevando, como mágica bebida,
más o menos idénticos placeres.

Yo, cansado, a la par que sitibundo,
siendo, desde el sitial de mis dolores,
deseos de apurar otros licores,
en otras copas y en distinto mundo.

Fatigado y mudo y soñoliento,
en las alas me voy del pensamiento
a dormir a la isla de Citéres.

Y allí también, con voluptuoso empeño,
cruzan las avenidas de mi ensueño
mujeres... y mujeres... y mujeres.


Francisco Restrepo Gómez