MOI
El hiriente sarcasmo que me azota
es la risa en mis labios tremulentos,
que de un sólo placer viven sedientos
de siquiera una alegre, fresca gota.
Mientras oculta, inextinguible brota
la fuente de mis hondos sufrimientos
marcho con él feliz, y a sus acentos
junto ya enfermo mi cantar de ilota.
Y porque hay almas nobles, cariñosas,
que llorarían al mirar mi llanto,
o mi dolor sin máscara y sin velo.
Yo voy sangrando y esparciendo rosas,
y ante esas almas, como un templo santo,
consumo el sacrificio de mi duelo...
Francisco Restrepo Gómez
No comments:
Post a Comment