Corazoncito mío
Tengo una herida en el pecho
que me mata de placer
y es la herida que me ha hecho
la mano de una mujer.
Yo tenía un corazón
que guardaba en su ternura
el incomparable don
de idolatrar con locura.
Amaba de tal manera
y con tan dulce cariño
que por eso mismo, era
como el corazón de un niño.
Corazoncito tan lleno
de ingenuidad y amorío,
corazoncito tan bueno,
¡corazoncito tan mío!
Después de tanto querer
y amar tanto el infeliz:
una perversa mujer
me lo arrancó de raíz.
Por eso tengo una herida
abierta sin compasión,
y voy así por la vida
con alma y sin corazón.
Francisco Restrepo Gómez
No comments:
Post a Comment