Wednesday, January 29, 2014

Solos



Solos

Tuviera yo para vivir con ella,
no una rica mansión cuyo boato
tratara de cubrir la oscura huella
de algún ignominioso asesinato;

Tuviera en un rincón de la montaña,
lejos del hombre y de sus podredumbres,
una huerta sembrada de legumbres,
un arado, un mastín y una cabaña.

Y con ello, con esa dulce Mía;
con esa flor de mi melancolía,
con esa hermana espiritual, con ésa,

sin ver a nadie y sin mayor trabajo
pasar las horas de la vida, bajo
la protección de la Naturaleza.



Francisco Restrepo Gómez

Wednesday, January 22, 2014

Almas contrarias



Almas contrarias

Tú no conoces mi interior; no sabes
que de mi alma en los múltiples senderos
escondo la ternura de las aves
y la ingenua humildad de los corderos.

Sábelo de una vez y no te asombre,
sutil paloma de inviolado armiño:
aún cuando soy en apariencia un hombre,
tengo, en verdad, el corazón de un niño.

Si tú supieras comprenderme, acaso
fuera un edén mi desolada senda,
como gozara en tu amoroso abrazo,
¡con qué brío luchara en la contienda!

Mas... tú no sabes comprenderme; en vano
mis palabras de miel van a tu oído;
tú no sabes que soy un hortelano
para el amor y la bondad nacido.

No lo sabes; mi huerta es un nativo
rincón poblado de ilusiones puras,
donde tres plantas con afán cultivo:
el Arte, la tristeza... y mis ternuras.

Tú no conoces mi interior, ignoras
que de mi vida en la mansión desierta
esta pobre alma por quien nunca lloras
vive tan sólo para ti despierta.

Tú no sabes; yo sufro amargamente
es mi dolor, como el mar profundo,
y voy lleno de sed, mustia la frente
por el tortuoso peñascal del mundo.

Eso... tú no lo sabes... sin embargo,
te lo he dejado comprender mil veces
si supieras endulzar lo amargo
de la copa que apuro ¡hasta las heces!

¡Ah! si tú supieras... si supieras
interpretar mis luchas interiores,
de mis sombras harías primaveras
y de mis cardos perfumadas flores.

Mas... como no lo sabes, sin encono
prosigamos en paz por nuestra senda.
Mira, yo soy humilde; te perdono
y eterno amor mi corazón te ofrenda.



Francisco Restrepo Gómez

Wednesday, January 15, 2014

Corazoncito mío



Corazoncito mío


Tengo una herida en el pecho
que me mata de placer
y es la herida que me ha hecho
la mano de una mujer.

Yo tenía un corazón
que guardaba en su ternura
el incomparable don
de idolatrar con locura.

Amaba de tal manera
y con tan dulce cariño
que por eso mismo, era
como el corazón de un niño.

Corazoncito tan lleno
de ingenuidad y amorío,
corazoncito tan bueno,
¡corazoncito tan mío!

Después de tanto querer
y amar tanto el infeliz:
una perversa mujer
me lo arrancó de raíz.

Por eso tengo una herida
abierta sin compasión,
y voy así por la vida
con alma y sin corazón.



Francisco Restrepo Gómez

Wednesday, January 8, 2014

Año Nuevo




Año Nuevo

Un año que se va, que se deshace
como si fuera un témpano de escarcha;
pues yo le digo: ¡adiós! al saber que se marcha,
y al que viene detrás le digo: pase.

Ya tengo de vivir veintiséis años,
los cuales, si no miente mi memoria
señalan en el libro de mi historia
lo menos un millón de desengaños.

Por eso para mí todos los días
son iguales; las mismas agonías
y un dolor que con nada se remedia.

Yo solamente alabaré la hora
que tras tanta lucha engañadora
ponga punto final a mi tragedia.



Francisco Restrepo Gómez