INGRATITUD
Complicaciones arduas del corazón humano,
misterios insondables de la naturaleza, la
vida es un problema, la vida es un arcano y
por el mundo agitan su
vuelo soberano dos aves de
rapiña: la muerte y la tristeza.
Olvidos, desengaños, desilusiones crueles,
incompasivas almas de emponzoñado seno, por todas
partes luchas, por todas partes hieres, y en cuyo
fondo guardan acíbar y veneno.
Yo todo lo perdono con voluntad de acero; apuro
hasta las heces mi vaso de acritud; más perdonar no
puede mi corazón sincero a un monstruo abominable,
aterrador y fiero que habita entre los hombres,
misterios insondables de la naturaleza, la
vida es un problema, la vida es un arcano y
por el mundo agitan su
vuelo soberano dos aves de
rapiña: la muerte y la tristeza.
Olvidos, desengaños, desilusiones crueles,
incompasivas almas de emponzoñado seno, por todas
partes luchas, por todas partes hieres, y en cuyo
fondo guardan acíbar y veneno.
Yo todo lo perdono con voluntad de acero; apuro
hasta las heces mi vaso de acritud; más perdonar no
puede mi corazón sincero a un monstruo abominable,
aterrador y fiero que habita entre los hombres,
llamado ingratitud.
Perdono al envidioso y al que con lengua insana
reputaciones hiere, virtudes y honras trunca; perdono
en sus mil formas a la perfidia humana, perdono al
que se vende como una cortesana, perdono al
asesino, pero al ingrato ¡nunca!
Porque el ingrato encierra del crimen la simiente
y todas las negruras entre su corazón y en sus
Perdono al envidioso y al que con lengua insana
reputaciones hiere, virtudes y honras trunca; perdono
en sus mil formas a la perfidia humana, perdono al
que se vende como una cortesana, perdono al
asesino, pero al ingrato ¡nunca!
Porque el ingrato encierra del crimen la simiente
y todas las negruras entre su corazón y en sus
entrañas lleva
veneno de serpiente y ataca por la
espalda, pero
jamás de frente: recibe un bien y a
cambio
devuelve una traición.
La ingratitud
es sombra, la ingratitud sin duda es
es el mayor
pecado de todos los pecados; es de todas las
armas el arma
más aguda, es una vieja escuálida de
faz torva y
ceñuda que tiene por vivienda los pechos
depravados.
yo en mi senda
con gran resignación halle tendido y
débil a un pobre
peregrino; solícito y amante le di a
beber mi vino,
le di mi franca mano, después
mi corazón
sus desnudeces
de mísero gitano, ungí todas sus
llagas y
cariñosamente seque con mi pañuelo su
sudorosa
frente como si se tratara de mi mejor
hermano.
Más tarde los
caprichos de la voluble suerte
llenaron mi
camino de zarzas y dolor; quedé sobre la
senda desnudo,
mustio, inerte, como si las caricias
de un hálito
de muerte sobre mi sien posaran su
gélido sopor.
También fui peregrino; fatigas y asperezas como
También fui peregrino; fatigas y asperezas como
voraces
cuervos llegaron a mi ser; cubriose mi
existencia de
incógnitas tristezas y solamente nubes,
abrojos y
malezas mis enturbiados ojos hallaron por
doquier.
beber su copa,
ninguna mano amiga cubrió mis
desnudeces de
mísero gitano, ninguna quiso entonces
sacarme del
pantano y hacer menos pesada la cruz de
mi fatiga.
de beneficios,
sirviole de sostén, paso por mi sendero
con actitud
altiva. Cubierto de riquezas y de oropeles
iba y al verme
hizo una mueca de orgullo y
de desdén.
alguna vez
estuvo con hambre y sin abrigo, sin
recordar que
un día fui sol para su ocaso, para sus
labios fuente,
para su sien regazo y para sus tristezas
cordial y
franco amigo.
hasta las
heces mi vaso de acritud, en brazos del
destino sereno
me abandono, perdono todo, todo,
pero jamás
perdono al rey de los delitos, al monstruo
ingratitud.
Francisco Restrepo Gómez
No comments:
Post a Comment