Saturday, November 28, 2015

Viaje de ensueño IV



Viaje de ensueño
4 de 4


Y pues eres rica,
sé también conmigo misericordia
y una ingenua migaja de vida,
y de amor dale a mi alma que toca
a tus puertas como una mendiga.

Hermosa princesa:
deshoja benigna
sobre la penumbra de mi sufrimiento
la maravillosa flor de tus caricias.

Formarán nuestra corte de honores
en la travesía
los centauros aquellos que tiemblan
sobre la cortina
los bufones y dianas que adornan
las tapicerías,
aquel Bonaparte de yeso
que tienes en esa dorada repisa
y la imagen severa y gallarda
del trágico Silva.

Vámonos, señora princesa,
-no vaciles, la barca está lista-
volveremos mañana temprano
cuando estén repicando a la misa.
Vamos, mi señora princesa, mi señora divina.


Francisco Restrepo Gómez

Monday, November 9, 2015

Viaje de ensueño III



Viaje de ensueño
3 de 4


Habla paso... ¿Me quieres? ¿Es cierto?
Me responden que sí tus sonrisas
y a la vez tus ojazos azules
presagian mentira.

Pero escucha... no hablemos. ¿Te place?
y dejemos que tu alma y la mía
calladas emprendan un viaje de novios
al país del ensueño y la dicha.

Siéntate a mi lado...
Cuando estoy junto a ti, princesita
mi alma permanece
siempre de rodillas.
No me mires con malas miradas;
sé tú la enfermera de mis agonías;
dame pan, dame un poco de vino;
¿quieres que te diga
lo que yo ambiciono?

Aspirar el licor de la vida,
apurarlo en las copas azules
de tus milagrosas y nobles pupilas.
Y calmar —peregrino que llega con honda fatiga—
la sed de mis labios
en la fuentecilla
saludable y jovial de tu boca.

Sé caritativa:
dame luz, dame pan, dame vino.
Voy a oscuras y solo en el mundo
llevando una carga de melancolías
me detengo un instante en tu alcázar
y le acorde a mi lira
para ti solamente, princesita.


Francisco Restrepo Gómez