Monday, August 24, 2015

Por eso estoy triste III



Por eso estoy triste
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Ella era tan pura que aunque muchas veces
hubiera podido sin temor besarla
y esconder mis manos con su cabellera
jamás quise hacerlo, porque me inspiraba
profundo respeto su infantil pureza
y por eso nunca me atreví a besarla.

Fue aquel un idilio romántico y breve
eran uno solo nuestros corazones,
así por lo menos me lo imaginaba,
porque yo creía con la fe de un santo
en los juramentos de aquella muchacha.

Y después, más tarde, ¿qué ocurrió?
 ¡Contrista pensar en las ruines flaquezas humanas!
Desató la suerte nuestros ígneos lazos
y nos separamos... Como se separan
en el mar dos olas y van a morirse
sobre las arenas de distintas playas.

Pasaron los años, a tierras remotas
me llevó el Destino, continuas borrascas
cayeron en lluvia sobre mi cabeza,
y por todas partes, en lugar de flores
encontré cenizas, y yermos y zarzas.


Francisco Restrepo Gómez

Tuesday, August 11, 2015

Por eso estoy triste II



Por eso estoy triste
2 de 4


En aquel entonces, bajo mi cabeza
ningún pensamiento maligno animaba;
todo lo veía de color de rosa
y marchaba lleno de fe y esperanza.

Yo estaba muy niño... Me encontré con ella
y como si fuesen dos negras espadas sus ojos
rasgaron sin misericordia las fibras de mi alma.

Fueron para ella mis ingenuidades,
parte de mi vida su vida formaba
y a solas me dije multitud de veces;
—Si es verdad que hay cielo, no puede
ser otro sin sus caricias, su amor,
sus miradas.

Yo estaba muy niño... sobre mi sendero
los años han puesto su borrosa pátina.
Yo estaba muy niño y entonces creía
con furor y a ciegas en los juramentos,
sin pensar que fuesen tan solo palabras.

Fingió amarme mucho. Con su amor la vida
parecióme ungida de azucenas blancas.
Qué bello es mundo cuando se contempla bajo el
engañoso prisma de la infancia.


Francisco Restrepo Gómez