Tuesday, December 24, 2013

Nochebuena




Nochebuena


Al calor de la lumbre agonizante
vamos a celebrar la Nochebuena
porque yo quiero disipar la pena
que me devora instante por instante.

Pequeñuelos venid; mi fantasía
os contará maravillosos lechos,
y después, dulcemente, a nuestros lechos
id a soñar... hasta que venga el día.

Yo me pondré a velaros, y entre tanto
silenciosas, punzadas y quemantes
descenderán las lluvias de mi llanto.

Y mañana temprano, en nuestras botas
en lugar de muñecos y pelotas
hallarán un reguero de diamantes.



Francisco Restrepo Gómez

Wednesday, December 18, 2013

Blanca

El poeta Restrepo Gómez con su hija mayor, Blanca


Blanca

Ella y yo, como dos buenos hermanos,
íbamos por las playas de la Vida:
ella, pronta a curarme toda herida,
yo, listo siempre a bendecir sus manos.

De repente... llegaste; tu venida
aguardábamos ya; por eso ufanos,
al verte en nuestra ruta de gitanos,
ella y yo te dijimos: ¡Bienvenida!

Y aquí vas con nosotros, a manera
de una milagrosa jardinera
que las espinas del Pesar arranca.

Dios te salve por linda y porque tienes
en el alma, en el nombre y en las sienes
el sagrado prestigio de ser Blanca.



Francisco Restrepo Gómez

Wednesday, December 11, 2013

Silueta interior




Silueta interior

Muerta la fe, rendida la cabeza,
la lanza rota, el corazón vacío.
Voy por la carretera del Hastío
sobre el viejo rocín de mi Tristeza.

Mi espíritu es un buen Samaritano
que aúna en lazos de perenne alianza,
algo de don Alonzo de Quijano
con algo del paciente Sancho Panza.

No llevo rumbo ni llevarlo quiero,
ni tras de nadie voy ni a nadie espero,
ni nadie espera la llegada mía.

Como ya la ilusión no me conforta,
como todo es igual, nada me importa,
¡morir hoy o mañana o cualquier día!



Francisco Restrepo Gómez

Wednesday, December 4, 2013

Sobre todas las cosas




Sobre todas las cosas


En verdad yo no sé si soy poeta
ni mi importa saber tal destino;
sé tan sólo que llevo en camino
corazón de arlequín y alma asceta.

Sé que en esta mentira de lo humano
en esta senda por demás traidora,
soy un doliente peregrino, hermano
del sediento, del triste y del que llora...

Ya nada en la contienda me estremece,
porque es el desengaño mi estandarte,
y mi propio dolor me fortalece.

Y con fe, sin descanso y sin medida
amo la noble majestad del Arte
sobre todas las cosas de la vida.


Francisco Restrepo Gómez