Sunday, November 25, 2018

De la Arcadia mía III



De la Arcadia mía
(3 de 5)

Allí su lánguida melena arrastra el blondo
Magdalena cual una reina tropical y como un Dios
que ruge y clama se crucifica el Tequendama sobre 
un abismo de cristal.

Allí del Cauca los paisajes con sus poéticos celajes y
sus praderas de jazmín donde el silencio de la noche
como un dolor, como un reproche vaga la sombra de
Efraim.

Allí colinas y boscajes donde derrochan sus ramajes
las madreselvas y el saúz y en cuyo seno la
esmeralda finge una espléndida guirnalda hecha con
pétalos deluz.

Allí el amor y la alegría, allí el coraje y la hidalguía,
allí la cítara de Pan y el arte mágacio de Grecia, y los 
paisajes de Venecia y los aromas de Ceylán.

Mi país tiene mujeres que son tesores de quereres y
son el oro en el crisol, y estoy seguro que son ellas las
más graciosas y más bellas que se conocen bajo el sol.

Francisco Restrepo Gómez

Thursday, July 5, 2018

De la Arcadia mía II




De la Arcadia mía
(2 de 5)

Es un soñado paraíso que con sutil encanto hizo el
Arquitecto Universal, y tal belleza lo atavía que bien
Llamársele podría, paraíso terrenal.

En su heroicas tradiciones hay epopeyas de leones y
majestades de volcán y en cada una de sus cosas hay
como ráfagas gloriosas y resoplido de titán.

En sus poéticas ciudades hay remembranzas y
saudades del más artístico matiz, donde campean a
porfía con el sabor de Andalucía las elegancias de
París.

La aristocrática silueta de algún Virrey que fue poeta
y calavera de verdad. Parece aún cual si vagara por
una calle oscura y rara de Santa Fe de Bogotá.

Tierra romántica y galana pomposa tierra colombiana
de las granadas y del cóndor, tierra de vida y
sentimiento, tierra de oro y del talento, tierra del
Arte y del Amor.



Francisco Restrepo Gómez

Wednesday, April 18, 2018

De la Arcadia mía I



De la Arcadia mía
(1 de 5)

Mi país tiene montañas de una belleza singular, y hay
en su historia las hazañas más estrambóticas y
extrañas que se pudiera imaginar.

Necesitaría en este instante tener la cítara que Dante
pulsó en elogio de Beatriz para cantar toda la gloria
que centella entre la historia de mi hermosísimo país.

Hay en sus bíblicos jardines más azahares y jazmines
que caracoles tiene el mar; cada mujer es un poema y
cada piedra es una gema y cada sitio es un altar.

Tiene en sus campos prisionera una infinita
primavera con los perfumes del Edén; y son sus noches
estrelladas y sus mañanas nacaradas como las pomas de Salen.

Ese país a quien adora es un gran búcaro de oro que
se ha caído del azar, y es el más rico y el más bueno
de los países que en su seno tiene la América del Sur.


Francisco Restrepo Gómez

Saturday, February 3, 2018

Canto de esperanza II



Canto de esperanza
(2 de 2)

Es un renacimiento. Es un gallardo
renacimiento de raigambre honda,
en el que no florece la sonrisa
que trazó Leonardo
en la boca gentil de Mona Lisa,
la divida “Gioconda”.

Pero otra risa de mujer espera
que entre la primavera
dentro de ti, y ansia
descubrirle la oculta lontananza
y mostrarle, cual la luz del nuevo día,
el luminoso albor de la esperanza.

¡Despierta, corazón! Que cada fibra
tiemble con honda turbación secreta,
toda vibrante de pasión, cual vibra
cada cuerda dormida, al roce leve
de una mano de nieve
en el arpa empolvada del poeta.


Francisco Restrepo Gómez