Balbuceos
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A que las luchas y el
empeño,
para que sirve tanto afán,
si todo pasa como un sueño
o como pasa un huracán.
A que soñar en lo risueño
de las boquitas de coral,
si entre las rosas del
ensueño
duermen las víboras del
mal.
Oh Señor mío Jesucristo;
es tiempo ya que
desprovisto
de todo germen de bondad,
oh buen Pastor omnipotente,
vengas al mundo nuevamente
a redimir la humanidad.
Francisco Restrepo Gómez